La tecnología de la construcción de vivienda tiene, con contadas excepciones, el mismo nivel que tenían los egipcios cuando construyeron sus pirámides. Sigue siendo un negocio de acarreo, más o menos controlado, de materiales. La prefabricación ha aumentado el nivel tecnológico, pero tiene muy poca flexibilidad arquitectónica, y menos aún si es pre-esforzada.
La construcción es lenta, intensa en mano de obra e ineficiente, insegura, contaminante, propensa a la corrupción, costosa y difícil de controlar, tanto en costos como en calidad. La mano de obra de la construcción solamente se capacita in situ, de maestro a practicante, a la manera de la edad media. No existen cursos para ingenieros residentes, no hay cursos para tareas tan sensibles como el de presupuestador; la información, por primaria que sea, no se comparte y queda encerrada dentro de las mismas empresas y poco o nada pueden hacer los empresarios para implantar un departamento de investigación y desarrollo. La construcción de vivienda es, en muchos aspectos, una actividad medieval.
Desde hace unos años, de la mano del Ing. Behrokh Khoshnevis, han desarrollado un sistema de impresión 3D para construcción y lo han llamado elaboración de contorno (countour crafting). El sistema es tan prometedor que la NASA lo está acogiendo para construcciones en la Luna y Marte.
El método es un verdadero salto en las maneras en que se construye y nos pone al día con el resto de industrias. A continuación los videos más relevantes: